También estos primeros meses del 2007 estuvieron marcados por un trabajo titánico para resucitar el proyecto del libro para Patrimonio Humano y dejar plasmado este enorme trabajo de arte público en el cual 27 fotografos de Panamá prestaron su lente y su talento para cubrir con sus fotografías puertas y ventanas de las casas desalojadas del Casco Antiguo. Unico requisito en la participación era plasmar según su interpretación la parte humana de este barrio histórico reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por su valor arquitectónico.
El proyecto buscó hacer conciencia sobre la gente que habita en este barrio, personas de diferentes clases sociales y económicas, religiones, razas, ideas, ocupaciones que viven en armonía y mezclados unos con otros como en ningún otro barrio en la ciudad de Panamá. Hacer conciencia que es justamente esta diversidad de gente la que hace mágico al Casco Antiguo y que con todo este boom y cambio acelerado este barrio sufre una metamorfosis que lo aleja de lo que siempre ha sido, un barrio para todos en donde todos han vivido hasta ahora volcados hacia sus calles. Hoy en día el metro cuadrado en San Felipe es uno de los metros más caros en la ciudad, lo cual va alejando a sus habitantes de siempre y desplazandolos de las calles a las que dieron vida. San Felipe se convierte en un barrio elitista en aras del progreso olvidandonos de que quienes justamente le dan esencia al Casco Viejo son quienes van siendo desalojados.
Patrimonio Humano surgió como un proyecto que buscaba honrar a los habitantes actuales de San Felipe y su estilo de vida, para que no les olvidemos cuando ya no ocupen más sus calles, no oigamos más a sus niños, y no seamos testigos de cuanto pasa en sus casas de puertas siempre abiertas. Está prohibido olvidar…
El tema del Casco Antiguo es una constante interrogante, queremos un Cartagena? no es acaso la ciudad vieja de Cartagen abasicamente una ciudad fantasma fuera de la temporada alta? Edificios donde vivían 40 familias en San Felipe llenas de niños y vecinas en sus puertas son ahora edificios de 10 apartamentos, mayoría gente soltera o parejas, además muchos de ellos extranjeros que solo pasan unas semanas al año en Panamá. Calles que eran pura vida ahora están desiertas… Cuadras de vecinos que vivían de puertas para afuera son ahora calles de edificios con nuevos inquilinos que viven hacia adentro, con puertas y ventanas cerradas para que no se escape en aire acondicionado… Sí, los edificios se ven más bonitos, más limpios y más cuidados pero, y la vida de pueblito que nos enamoró del Casco? y la vecina que saluda con sus rollos mientras cuelga la ropa en el balcón? acaso no es esa la verdadera esencia de vida de ese barrio??
Al mismo tiempo no crean que no tengo mis dualidades, cada vez voy menos a visitar ese barrio que amo porque, después de trabajar tantos proyectos artísticos ahí y vivir un año en Plaza Catedral, conozco a gran parte del barrio por su nombre y he ido a sus casas, entonces acercarme al barrio se me vuelve casi sofocante porque me caen un promedio de diez personas al unísono grito de «Paooooooola» y ya empiezan a perdirme plata….
En fin, no quiero divagar más en esto sino terminar de hablar de ese libro de Patrimonio Humano, documento visual y fotográfico de la parte humana del Casco Antiguo, que requirió de corretear dineros, escritos, biografías, seleccionar imágenes, tomar nuevas fotos, hacer traducciones, sacar canas verdes con el diseñador gráfico y luego con la imprenta, pero producirlo, con una satisfacción que es díficil decir con palabras porque hubo tantos sentimientos y emoción involucrados…
Gracias a el patrocinio de la Oficina del Casco Antiguo, que cayó como ángel del cielo, pudimos hacer el libro sobre el proyecto, porque lo que no está documentado con el tiempo, es como si jamás hubiera ocurrido y siempre se quiso hacer memoria con los trabajos de los artistas.
Además de los artistas con sus fotos colaboraron con escritos de curaduría Angela Picardi y Rosalina Orocú y con excelentes ensayos Ariel Espino y Reinier Rodriguez.
Considero uno de mis mayores logros haber sacado este proyecto adelante tanto en su etapa de exposición fotográfica en el veranos del 2006, como en su etapa documental con la publicación de ese libro a todo color en español e inglés. Si miro para atrás me reconozco loca de haberme metido en semejante berenjenal, así como soy, sin pensarlo mucho y haciendo el camino al andar, porque el que mucho piensa las cosas al final no hace nada. Me alegro infinitamente de haberlo hecho porque no creo que hoy día volviera a repetir semejante trabajo… aunque conociéndome quién sabe… apenas se me olvide un poco tantas noches de desvelos y tanto stress me pongo a armar algo parecido… quién sabe…