Un año más pasamos los carnavales en la playa, en Buenaventura. La verdad que me parece el mejor plan para los niños y ¡para los padres!. Este año no hubo invitados quedándose en casa, no por eso fue menos sociable, las que más planes de amigos tuvieron fueron las niñas.
Mar, gracias a sus clases de natación, se aventura a la piscina sin flotis, fuera de su piscina del edificio en Panamá no quiere ir donde no pueda tocar suelo, pero poco a poco va mostrando fuera de las clases sus adelantos. Ya el primer día en la piscina de Los Portales se encontró con Lucía (que vive en la playa) y estuvieron chapoteando, jugando en la arena y pasando la tarde juntas. Me encanta ver como se va haciendo más independiente y relacionándose con nuevos amigos.
El domingo vinieron los Barría y la familia Eskildsen Surgeon a pasar el día. La excitación de Mar porque venía su mejor amiga no tenía nombre. Lo bueno es que los padres, que nos hemos conocido a raíz de esta amistad de las niñas, nos hemos caído bien y también pasamos buen rato juntos. Así Mar, Sofía y Adrián se bañaron en la piscina y jugaron por toda la casa portándose divino, inventando historias y de lo más sueltos, bajo la mirada de Emma a la que suelen dejar por fuera de sus juegos por pequeña.
Emma con su añito y pico va más acorde con Ana y, a medida que mi chiquita va teniendo más coordinación interactúan más, apenas Ana camine van a empatarse y seguro que terminarán siendo “inchipinches” entre ellas como lo son las hermanas mayores.
Los demás días siguieron bastante el mismo patrón, con la novedad de que Mar (amante sin fin de los caballos) ha comenzado clases de equitación y, todas las mañanas, iba un rato y ya monta sola -bajo la estrecha supervisión del profesor- un caballo rebueno que se llama Pistacho y que responde de maravilla a los comandos que le hace Mar. El último día ¡hasta trotó!
Tras la equitación, la piscina, la arena, el almuerzo y un poco de tele para descansarse, las tardes suelen terminar en el nuevo parque que Buenaventura ha armado para los niños, es el punto de reunión oficial y, cuando el sol baja un poco, se llena de familias y lo pasan estupendo.
Inclusive Ana, sobre su mantita y con sus juguetes, la pasa genial y hace nuevos amigos, como su compañerita de la misma edad Nina Sofía Plata.
Nosotros, con los padres de Nina, Gustavo y Denise, también compartimos en plan de adultos y vinieron a cenar a la casa. Esta vez sí los papás nos conocemos ¡desde mucho antes que se juntaran las niñas!
Si Mar se mostró más independiente que nunca, toda una señorita, «casi» nadadora e incipiente amazona, Ana no se quedó atrás y ha tenido sus picos notorios estos carnavales. Aprendió a sentarse sola, a aplaudir y a ponerse en posición de gateo, aun no se desplaza pero es un indicio de que pronto lo hará. Además, descubrió la arena….
Y, aunque desde que está el parque se mueren por estar ahí todas las tardes, ¡¡también visitamos la playa!!