Finalmente un libro que me atrapó desde el principio, donde la trama y los personajes están estupendamente llevados y, sobre todo, está hermosamente escrito.
“La casa de los amores imposibles” de Cristina López Barrio fue una grata sorpresa. Dispuesta a sólo darle 50 páginas para atraparme, me hizo suya antes de la décima. Primero que todo me llamó la atención que esta narración fuera de una autora madrileña y relativamente joven (42 años, y ya hablamos que los 40’s son los nuevos 30’s, ¿eh?). Con esas dos características esperaba un modo de escritura más contemporáneo y enfocado a la acción, sin embargo, me encontré una manera de escribir que pareciera latinoamericana y, además, del estilo de nuestra literatura dorada.
Así, esta autora, borda una prosa llena del realismo mágico propio de García Márquez, llena de unas frases que rozando lo poético deleitan sin acercarse para nada a la cursilería y deja un sabor de boca de estar degustando un buen vino. Mantiene un ritmo de acción que te lleva a través del libro de la mano sin soltarte ni un segundo pero sin empujarte ya que, gracias a su estilo, aun cuando anhelas el final (porque de otro modo no podrás dejar este libro que te traerá enganchadísima!), disfrutas enormemente el camino. Y, si en modo de escribir me recordó a Márquez, el estilo de la trama me recuerda a Isabel Allende en sus primeros libros, en particular, “La casa de los Espíritus”.
Aun con esos referentes, “La casa de los amores imposibles”, vale la pena leerlo por sí mismo. Nos presenta una estirpe de mujeres malditas a sufrir “mal de amores” desde finales del siglo XVIII a una contemporánea España de finales del siglo pasado. Y, aunque en cierto momento se puede pensar que tiene tantos enredos dramáticos como un culebrón (por más española que sea la escritora), es una grata lectura y lo recomiendo sin dudas, tanto así que ¡hasta a mi amiga Carolina en Suecia le hice llegar un ejemplar!
(No está en todas las librerías, personalmente lo compré en Samborn’s)
Mil gracias Pao!
El review que lei, recomienda comenzar la lectura el viernes ya que una vez que comienzas no puedes parar de leer!
Besos!
Carolina
si, yo leía con el reloj al lado «Dios se me hace tarde, mañana me tengo que levantar temprano….un poquito más y ya….» y así me iba otra hora….