La visita inesperada a Zaragoza me sirvió para contactar a Cristina Sanz, mi amiga y compinche de infancia del Colegio Sagrado Corazón y del vecindario. La que de cosas que pasamos juntas de pequeñas y la de regañadas de las monjas que nos cayeron… ¡Fue genial! como si hubiéramos crecido juntas, o al menos no fue como haber crecido tan separadas y sin vernos en tanto tiempo.
Gracias a la tecnología ya estábamos en contacto desde hace un año. A mí que no me vengan con rollos negativos del internet y los «celulares inteligentes» porque gracias al Facebook, el e-mail y el WhatsApp el mundo ¡es una canica!
Sin maridos y sin hijas nos fuimos de copas; desde las de champagne en en bares de moda hasta los Cosmopolitan en el Gregory’s, que es un bar de lo más «british stile» a la onda antigua.
Y es que, aunque no nos tocó crecer en este mundo sin fronteras, hace mucho que vivimos en él, donde las madres de niñas pequeñas, mujeres con intereses propios, esposas, hijas, profesionales y atravesando la crisis de los 40, somos casi iguales en Zaragoza, Panamá, Nueva York o la Conchinchina (esta última si es totalmente una suposición). Y nos dio para tanto la conversa que quedamos cortas… Por lo que quedamos a almorzar al día siguiente (antes de mi turno de «dama de compañía» en el hospital).
Si hay algo que tengo que comentar es que quedé alucinando a colores con los «menús del día» en España. Se supone que el menú es la propuesta rápida, pero la misma incluye primer y segundo plato además del postre y, aquí viene mi sorpresa: no es sólo que venga con vino ¡es que viene con una botella por pareja! A ver quién produce a sus mejores en la tarde con casi medio litro de vino entre pecho y espalda…
Bueno, que fue estupendo ver a mi amiga y que espero que se pueda repetir , así en persona en vivo y a todo color, pronto. Mientras, siempre tendremos el WhatsApp, el e-mail, el Skype o cualquier otra la tecnología de turno, que hoy es día es una gozada como se borran las distancias. Un brindis por ¡este mundo sin fronteras! ¡Olé!
¡Querida, qué bonito post homenaje!!! Confieso que me ha dado un vuelco al corazón cuando lo he visto, antes de empezar a leerlo…por si te había dado por colgar alguna foto impresentable de los 80…pero me he emocionado cuando he visto el fastuoso resultado de los filtros y el fotochop…
También hay que recordar que hubo un breve encuentro en esos 30 años, cuando viniste a mi boda y tuviste que despedirte a la francesa…pero eso ya es otra historia.
Me encantó verte de nuevo en persona y a partir de ahora vamos a aprovechar los años que nos quedan de dar guerra, que son como otros 40 (¡Con nuestra herencia genética, puede que 50!)
Un beso y luego hablamos (Cuando te despiertes)
Cristina
Hola Cris!! No creas, estuve tentada de poner una foto ochentosa, por eso me demoré en subir esta entrada, pero resulta que no hay muchas, eso de la fotografía no estaba tan en boga y ya ves, al pasado, pasado y solo puse las del reencuentro!!
Recuerda que tienes que plantearte un salto a Panamá!
besos, p.-
¡Querida, qué bonito post homenaje!!! Confieso que me ha dado un vuelco al corazón cuando lo he visto, antes de empezar a leerlo…por si te había dado por colgar alguna foto impresentable de los 80…pero me he emocionado cuando he visto el fastuoso resultado de los filtros y el fotochop…
También hay que recordar que hubo un breve encuentro en esos 30 años, cuando viniste a mi boda y tuviste que despedirte a la francesa…pero eso ya es otra historia.
Me encantó verte de nuevo en persona y a partir de ahora vamos a aprovechar los años que nos quedan de dar guerra, que son como otros 40 (¡Con nuestra herencia genética, puede que 50!)
Un beso y luego hablamos (Cuando te despiertes)
Cristina
Hola Cris!! No creas, estuve tentada de poner una foto ochentosa, por eso me demoré en subir esta entrada, pero resulta que no hay muchas, eso de la fotografía no estaba tan en boga y ya ves, al pasado, pasado y solo puse las del reencuentro!!
Recuerda que tienes que plantearte un salto a Panamá!
besos, p.-