El asunto de los peces estaba yendo muy bien hasta que a los dos días se murió uno.
Con eso de ponerles nombre nada más llegaron a la casa los peces tomaron otra dimensión desde el inicio, más personal. Y el miércoles «Mariana» apareció en el fondo de la pecera totalmente patitiesa.
Cuando Mar llegó de la escuela se percató enseguida de que faltaba Mariana y le dije la verdad «Mi amor, Mariana no se adaptó bien al cambio y se murió«. La boca se le fue poniendo en puchero y los ojos inundando en lágrimas. «Mar, cariño, esas cosas pasan…».
Será cosas de los católicos que, por principio, como que nos es imposible pensar que la muerte es el punto final -o qué sé yo- pero ahí fue que se me ocurrió echar mano del santo
— Mar, San Francisco de Asis es un amigo de Jesús y de Dios que cuida a todos los animales cuando se mueren.
— Mami y él ¿también vive en el cielo? ¿y está cuidando a mi pez?
— Sí, mi amor, allá cuida de los animales que se van al cielo. Algún día también cuidará de Lola, cuando ella se vaya al cielo.
— Mmmmm…. Bueno… Pero San Francisco de Asís, por ahora, que sólo cuide a Mariana… ¿qué cuento leemos hoy?
Ahí le voy a poner una estampita de San Francisco para que se familiarice con él y así, cuando otras mascotas «se vayan al cielo» se sienta que van a estar con una cara amiga.
Aunque eso de santo cuidador le ha gustado mucho es un tema delicado, y cuando sea Lola lo será más ¿alguien tiene alguna recomendación que compartir?
Creo que hiciste bien con tu santito, le dara confort. Respecto a Lola, siendo yo hija de un criador de chihuahuas y por tanto experimentado la muerte de mascotas en multiples ocasiones, lo mejor es que apenas muera consigas un cachorrito u otro perro. Estoy segura de que Lola es profundamente querida pero con los niños ya sabras que las tacticas de distraccion son extremadamente utiles y es lo mejor que puedes hacer durante un momento como ese. «Mamita, Lola se fue al cielo, pero ahora tenemos un amiguito nuevo que necesitaba un hogar».
Hola cynthia, gracias por tu recomendación. La verdad que no quiero ni pensar mucho en cuando le toque a Lola irse al cielo porque la que voy a quedar de catre soy yo…. Pero bueno, tal vez un cachorro sirva. Mi marido hace tiempo que quiere un mini-salchica aunque yo soy full chihuahua, o tal vez sólo full Lola…