Los cuentos de Princesas de Disney son eso: ¡Puro cuento! ¿Hay algo más lejano a la realidad? Y con ellos machacan a nuestras hijas, haciéndonos a los padres doble el trabajo de prepararlas emocionalmente para el mundo, pero esa es nuestra tarea y aquí es como aproveché esta ocasión para colar el como lidiar con el rechazo.
Una noches estaba leyéndole a Mar un libro con el cuento ‘verdadero’ de la Sirenita. En la historia original -donde ni se llama Ariel, ni tiene manager, ni carroza propia en el parque de atracciones- la sirenita cambia su voz por las piernas; y no hay ni tu tía, rey Tritón ni milagrito que se la regresara. El príncipe la recoge en la playa y le parece encantadora, y tan simpática, que hasta la invita a su boda con su humana novia con la que sí se casa. La sirena se regresa por donde vino, al fondo del mar, con su mal de amores.
Esta versión le chocó un poco a Mar ya que hasta por las orejas le han metido las historias de amor a primera vista y matrimonio consecuente. Yo aproveché la ocasión para mi educación-continua.
-Bueno, Mar, no siempre la persona con la que tú quieres estar querrá estar contigo, y habrá veces que alguien quiera estar contigo y tú no querrás.
Así te pasa a veces con tus amigas y te pasará con los novios algún día. Cuando eso ocurra puede que te duela un poquito, es normal, pero no es el fin del mundo.
Simplemente hay que cosas que no se pueden forzar y uno sigue adelante hasta que encuentras a alguien con quien los dos quieran estar juntos.
Pasando por alto que el medio pescado ese se echó a languidecer del despecho me pareció una buena excusa para hablarle a mi hija del rechazo. A nivel de amigos, profesional y amorosamente todos lo experimentamos una y varias veces en la vida y creo que aprender a lidiar con el rechazo es una de las cosas más importantes y que más le pueden ayudar a nuestros hijos en todos los años, y rechazos, que les quedan por vivir.
Estuvimos largo rato hablando de eso y pensé que lo había entendido bien hasta que la oí jugando con la amiga a que le iba a «leer» un cuento que transcribo textual…
«Había una vez la hada de los sueños que convierte tus sueños en diamantes. Todos tus sueños en diamates. Pero un día, dice la leyenda -aunque esto no es una leyenda sino un cuento-, su novio fue y se casó con otra novia y, ella, se convirtió en un zombie, y desde entonces todos tus sueños se convierten en pesadillas. Sí, en pesadillas. Pero no te preocupes que otro día su novio sí se casó con ella y entonces ya no convirtió tus sueños en presadillas sino otra vez en diamantes, todos, todos. Fin.”
Por no interrumpir el juego no grité a lo más «La Ley y el Orden» «¡¡OBJETO!! Porque, a ver, ¿¿¿Cómo así que un novio la deja y la otra se vuelve un zombie y no ve ‘la luz’ hasta que otro baboso sí se casa con ella???
Por lo visto, mi hija entendió que la vida no es de una sola relación -tenemos que trabajar en qué tan dramático puede ser el mal de amores- pero la Princesita de Disney se me coló en la educación continua con que el final feliz es siempre que venga el príncipe a darle sentido a su vida cansándose con ella ¿Dónde dejan a las princesas o plebeyas que decidan estudiar, trabajar y ponerse el mundo por montera con o sin pareja? ¿con o sin hijos?
¿Ese es el proceso de pensamiento que se está sembrando a nuestras niñas?
¡¡Cuidado!! Puedes sacar las Princesitas de Disney del cuarto, pero nos toca, aunque sea doble trabajo, sacar las Princesitas de Disney ¡de su cabeza!
Cuéntame ¿Cómo combates tú estos estereotipos? ¿Cómo inculcas a tus hijas la importancia del desarrollo individual y el rechazo? ¡¡Me encantará ver tus ideas!!
Las madres aprendemos todas juntas y unas de otras, porfa COMPARTELO para que tengamos más técnicas
GRACIAS!! Un beso, Paola
Ufff… y ni hablar de cómo nos jodieron el cerebro a nosotras que tuvimos que aprender a los puñetes!
la verdad que una con la cabeza llena de pajaritos e historias de príncipes azules para aprender a la dura que la mayoría de los sapos que besarás en tu vida son solo eso, sapos, jaja