¡Le tengo ganas a esta muestra como si fuera mía! Maria Raquel Cochez es una artista que respeto por su carrera y cuyo trabajo me parece cautivante, además, es una amiga con la que me río siempre con los cuentos tragicómicos que compartimos entre brochazos, sí, porque también es mi teacher en esta aventura de si me pongo, o no, a pintar de nuevo.
Y es que pocos artistas en Panamá presentan en una sola muestra un espectro tan amplio de las manifestaciones del arte contemporáneo. Si bien el fuerte de Wet ‘n Wild son los cuadros de pintura acrílica -de un realismo y espontaneidad impresionantes- también mostrará vídeos/performance, instalaciones y fotografías con el hilo conductor de la aceptación del cuerpo en los dichosos bikinis. Si ya lo dije en mi escrito sobre su muestra anterior, «Little Fat Girl / Niña Gorda», ¡María Raquel trabaja diferentes técnicas como quien es políglota pero mantiene un solo discurso en todos los idiomas!
¿Por qué no te lo puedes perder? Pues porque es una gran oportunidad de apreciar una muestra tan completa en nuestra ciudad y, en sus inauguraciones, además de poder conversar con ella, se congregan figuras del medio que vale la pena ver juntas; artistas, curadores, coleccionistas, galeristas y muchos interesados en apreciar las movidas del arte contemporáneo.
También tengo que reconocer que siento un interés particular por esta exposición porque la obra que hizo de mis hijas esta ligada a esta muestra. Se sale un poco de contexto obviamente pero, aunque sólo se presenta en mi casa, fue de las primeras piezas que trabajó en su nueva temática de chicas y vestidos de baño. Así que de un solo plumazo ¡presumo de artista, trabajo e hijas! y ya que no la verán en la exposición aprovecho a enseñarsela…
De veras se la recomiendo, aquí los detalles para que no falten
Raúl Altamar realizó un escrito sobre esta exposición que me parece tan «como anillo al dedo» que se los copio
WET ‘N WILD
Para toda persona, y especialmente para la mayoría de las mujeres, el ponerse un vestido de baño siempre resulta ser un reto más que un placer. Es una confrontación directa, frente al espejo primero y ante el público después, con las cualidades del cuerpo que apenan y cohíben. En los momentos de diversión que acompañan a esas prendas coloridas y ceñidas a cada curva y contorno, son pocas aquellas que se sienten desinhibidas y relajadas.
La artista panameña María Raquel Cochez, en su variado canon de trabajo, explora los estándares de belleza que la sociedad impone sobre las mujeres, mientras descubre y acepta sus propias imperfecciones y atributos. Wet ‘n Wild, una muestra con pintura, fotografía, video, performance e instalación, tiene su origen en un paseo familiar a un parque acuático que ella hizo en su adolescencia: con un bonito vestido de baño, pero llena de inseguridades, se quiso poner una camiseta encima para tapar sus “imperfecciones”, pero no pudo bañarse porque en ese entonces el parque no permitía esta combinación. Sola, cubierta y seca, se perdió de la diversión.
Ya de adulta, y después de un by-pass gástrico, implantes de silicona y sesiones de terapia de grupo sobre la aceptación de su físico, regresó al mismo parque y documentó su visita. Ese pietaje forma parte de la pieza titular, Wet ‘n Wild, un video performance en la cual la artista, ahora más animada y hasta contenta, disfruta del parque acuático en solitario, sin importarle lo que los demás digan de su bikini, sus medidas o sus cicatrices.
El tomar la decisión de pensar diferente sobre su apariencia ha hecho que Cochez pueda crear proyectos como la controversial “Otra sirena”, pieza en formato de valla publicitaria en la cual ella posó como una modelo en traje de baño emulando una campaña de verano de una boutique de lujo.
Esa obra, continuada en la presente muestra con dos piezas adicionales, enseña un poco de lo que hay detrás de este tipo de fotografías (vistas de cerca las modelos no son tan perfectas como parecen; el fondo de mar era una piscinita de plástico), y representa un claro manifiesto de empoderamiento femenino. Lo mismo sucede cuando la artista decide mostrar sus senos al estilo de los vulgares concursos de camisetas mojadas, ahora en una pieza con fotos al estilo “antes y después” que los retrata con implantes y una vez que los mismos fueron quirúrgicamente removidos tras una seria complicación para la salud de la artista. Complementando esta idea, la exposición incluye dos enormes trajes de baño sobre una base demostrando, a través de una prenda de vestir exagerada, el trance mental y la imagen falsa que las personas crean en su mente sobre sí mismas, siempre viendo más (o menos) de lo que en realidad hay. Aquí los medios e influencias externas influyen en cada persona.
Las pinturas de Cochez para esta exposición, como siempre llenas de golosa alegría, muestran a un variado grupo de mujeres mojadas y en traje de baño saboreando snacks típicos del parque acuático que la artista tenía en mente. Que una mujer pueda proyectar su belleza interior y exterior, estar feliz consigo misma y sonreír mientras come comida chatarra en esas condiciones es un ejercicio de autoestima y aceptación personal.
En el cuadro principal la artista se autorretrata en el fondo, con su camiseta, mientras las demás se ven contentas con sus nachos y trajes de baño. En otros dos cuadros ella se muestra más participativa, tal vez por compartir la imagen con su hija, Maya, o por todo lo que ha superado para llegar a ese momento de alegría.
Lo que Cochez expresa en Wet ‘n Wild es tan simple como contundente: la actitud es un trance mental, y todos tenemos el poder de elegir la forma como nos sentimos acerca de nuestro cuerpo… esté mojado o no.