El miércoles fui a ver Invasión, el documental de Abner Benaim postulada por Panamá para consideración para el Oscar (por película extranjera) y ganador de Premios Regionales. Nunca antes me habían surgido tantos cuestionamientos sobre la invasión…¿Será que encontraré respuesta a todas estas inquietudes con las que salí?
Abner no pretende hacer un documental tipo History Channel, logra es documentar los recuerdos de ese hecho bélico según lo vivieron diferentes personas. Haya, o no, sido como lo recuerdan. Yo lo viví, yo estaba en Panamá la noche del 19 de diciembre de 1989, tengo recuerdos de lo que fue mi experiencia de la invasión y, después de ver este documental, sólo me queda agradecer a Dios haber sido tan privilegiada.
Benaim se acerca a gente de todo tipo, más o menos, involucradas directamente al evento. Desde al director de los Batallones de la Dignidad, hasta quien escondió a Noriega antes de su entrada a la Nunciatura. Quienes convivieron con él en los predios del Nuncio y y quienes jamás lo vieron ni estuvieron involucrados pero su vida cambió para siempre esa noche. Gente que perdió su casa, su barrio o sus familiares. Personas que la vivieron como espectadores en palco desde un edificio alejado de la zona de conflicto o quienes se vieron forzados a tirar a sus hijos por un balcón para tratar de salvarlos. Personas que combatieron a las fuerzas americanas esa noche y quienes hicieron fiesta y saqueo. Historias y memorias totalmente contrastantes y ninguna menos cierta que la otra. Todo eso, al mismo tiempo, fue la Invasión.
Yo, por mi lado, me quede pensando: Es cierto que a Noriega no lo paraba nadie y necesitamos un ayuda pero, viendolo hoy, con la fría distancia… ¿Justificaba eso una invasión de esa envergadura? Por un poquito como que sí se les fue la mano ¿no? ¿Era necesario la destrucción de media ciudad? (cuando al final ni lo agarraron) Hmmm.. Y, ¿no será que fuimos territorio «fácil» para practicar y estrenar equipo antes de la invasión a Irak año y medio más tarde?
Y aun así, tal vez lo que más me chocó fue el absoluto desconocimiento de los jóvenes de hoy. Apenas alguno sabe que fue… «¿algo que ver con Noriega?» No es parte del curriculum escolar. Ni lo enseñan ni lo estudian. Es el conflicto bélico más grande que ha ocurrido en este país, tan sólo hace menos de 25 años, están vivos quienes lo presenciaron y hay puestos vacíos en las mesas de muchas familias y no es parte de la educación ¿Qué dan en historia? ¿El evento de la tajada de sandía? ¿Qué se gana con ignorar lo que ocurrió? Fueron fechas duras, donde ocurrieron cosas duras, se cambió la vida de muchas personas y el rumbo de una nación ¿Cómo pueden taparlo, ignorarlo y no trasmitirlo? ¡Esto sí me tiene de mal genio!
¿Será que es parte de nuestra idiosincracia? ¿Que de tanto repetirlo en el Himno Nacional es lo que más se nos ha quedado y se ha vuelto costumbre el estribillo que nos canta en el subconsciente… «es preciso cubrir con un velo del pasado el calvario y la cruz»…? ¿Eso vamos a hacer? ¿cubrir con un velo la Invasión?
Está actualmente en los cines. No se la pierdan, los que la vivimos (desde el punto vista que fuera), los que están en este país viviendo en democracia, los que no habían nacido cuando ocurrió. Los que son conscientes que cada pueblo es el resultado de su historia, de toda su historia.
Gracias a Abner Benaim. Gracias por hacernos recordar a todos. Gracias, sí, por «revolver esas cenizas», sin juicios ni bandos y sin mayores pretensiones que evidenciar que la Invasión ocurrió y que esos recuerdos y sus consecuencias siguen vivos en muchas mentes. En lo personal, por levantarme un montón de interrogantes…
A ver si por nuestro lado hacemos propio como país aquello de «Prohibido Olvidar» y conseguimos que se recuerde y viva en la memoria de nuestra Historia y, sobre todo, se enseñe como parte de ella.
Mientras ¿será que encontraré respuesta a tantas preguntas? ¿Será que pensáis lo mismo? ¿O todo lo contrario?
Alguien ha plasmado en unas palabras el sentir de muchos como yo! Esplendido. Abre tu mente Panamá!
Hola Thattiana; me alegra mucho que nos sintamos en la misma onda, y mil gracias por escribir! un abrazo, p.-