Mar y yo compartimos muchas cosas en común. A las dos nos gusta pintar, contar historias, leer y, por lo visto, a ambas nos gusta llamar a la acción a través de preguntas sencillas y poderosas pero, ¿será que yo tengo que aprender del coaching de ella?
Aquí como me hizo pasar en segundos del paradigma del imposible a la acción:
Miércoles. Diciembre 24. Por ser vacaciones me llevé en la mañana a ambas hijas a mi oficina. En el auto camino de vuelta a casa…
YO: ¡Ay! Me dejé el reloj en la oficina. Vaya…Bueno, ni modo, ya me quedé sin reloj hasta el viernes…
MAR: ¿Por qué?
YO: Porque antes será imposible, mira la hora que es y mañana no se puede porque no hay nadie en la oficina
MAR: ¿Por qué?
YO: Porque es Navidad
MAR: ¿Por qué?
YO: Porque es el cumpleaños de Jesús…
MAR: ¿Por qué?
YO: Eh… Por que es el día que la Virgen dio a luz
MAR: ¿Por qué?
YO: Eh… Ah… porque Jesús nació para salvar el mundo…
MAR: ¿Por qué?
YO: Bueno… Porque así lo quiso Dios…
MAR: ¿Por qué?
YO: Eh… Pues… Porque… Dios es ¿muy misericordioso?…
MAR: ¿Por qué?
YO: …¡Vale! ¡YA!… ¡AHORA MISMO REGRESO A RECOGER EL PINCHE RELOJ!