Hoy es el Día Internacional de la Mujer y declaro:
Soy inmensamente afortunada de vivir una época y en un lugar donde cientos de mujeres abrieron camino antes que yo para que pueda pueda trabajar, ser independiente, ser dueña de mi cuerpo y mi sexualidad, pueda ejercer el voto y además posiciones de poder y mando y, cosas tan sencillas, como abrir una cuenta bancaria y manejar mi dinero, vestir como quiera y decir lo que pienso.
Estoy educando a mis hijas para que sean dueñas de sus vidas, para que sean creadoras de su existencia y sean conscientes de que la suma de todas las posibilidades está dentro de ellas y sólo tienen que dar un paso a la vez hacia la dirección que ellas elijan porque el poder radica en ellas.
Y soy inmensamente consciente que mientras yo hago esto, en otro lugar en este momento, la realidad para el género femenino es otra muy diferente.
Este año he sido aun más sensible con las diferencias abismales que existen desde nuestra naturaleza de mujeres.
Mujeres, como tú y yo, que viven realidades como esta…
Y me viene a la mente niñas llorando caminando con las piernas abiertas ensangrentadas porque son mutiladas cuando les quitan el clítoris.
Y me viene a la mente los ojos de resignación de esas chicas que aun no llegan a la pubertad y son forzadas a casarse con hombres que les triplican la edad y a quienes ni conocen.
Y me viene a la mente las miles de ellas que son privadas del derecho a educarse. Las miles de Malalas que hay en el mundo que no tienen derecho a un lápiz mientras yo tengo la oportunidad de educarme mil veces.
Hay países donde parir una niña es una desgracia y las que no son abortadas son abandonadas en las calles. Por ser niñas. Porque serán mujeres.
Hay países donde una mujer por enseñar el rostro y el pensamiento es castigada con la muerte.
Hay lugares donde quemar con ácido la cara de una mujer para repudiarla es práctica común.
Hay países donde es aceptable que tu propia familia te apedree y, curiosamente, eso los convierte en «honorables».
Y sin ir tan lejos, muchas de estas cosas pasan en comarcas cercanas o en nuestras ciudades, nuestros barrios, nuestras calles y hasta en la casa del vecino.
Cada día se oye más de los ataques de género, crímenes pasionales que les dicen. Como si la pasión fuera excusa o razón.
La mataron por puta. Porque la pareja o expareja no aguantó verla con otro, Ah, claro, fue por eso.
La violaron por andar con esa ropa, a esa hora y sola. Digo, ella se lo buscó.
El marido le dio dos cachetadas y una patada para que entrara en razón. Bueno, es que ella le saca de quicio.
No la contrataron porque esta recién casada. Claro, es que buscará tener hijos pronto y para qué invertir en ella.
No le pagan lo mismo. Ya, pero es que es normal, los hombres se dedican más.
El es así como un Don Juan. Bueno, él sí, porque ella es una quedada.
Yo me hinco de rodillas para agradecer mis oportunidades, soy bendecida de poder ser mujer sin que eso represente diferencia.
Soy consciente de que puedo serlo porque otras lucharon para ganar cada una de las oportunidades que tengo a punta de su propio sacrificio. Hace poco vi la película Sufragistas y te la recomiendo.
Pero no hemos llegado todas todavía.
Y mientras no lo hayamos hecho todas, cada ultraje contra una mujer debe ser tomado como una razón para levantar nuestra voz por los derechos igualitarios en nombre de todas, para todas.
Porque el silencio otorga y quitar la mirada y la voz también te mancha las manos.
Porque tus comentarios despectivos y descalificadores también te convierten en opresora de ti misma, de las mujeres que te precedieron y de las que saldrán de ti.
Porque quiero que vayas detrás de tus sueños y tu felicidad como sea que esta sea, y quiero eso para mis hijas, y quiero eso para cada mujer de este planeta.
Porque con cada falta de oportunidad a una, nos la niegan a todas.
Porque con cada opresión a una, nos aplastan a todas.
Porque con cada golpe a una, nos golpean a todas.
Porque con cada asesinato a una, nos matan a todas.
Porque cada vez que callan a una, nos callan a todas.
Hace dos años, por este día, escribí con convicción por qué me duele que tengamos que tener un Día de Internacional de la mujer y te invito a que leas esta entrada porque esas palabras siguen siendo para mi una inquietud incrustada en mis entrañas ¡Quiero un mundo sin Día Internacional de la Mujer!
Y este año he sido todavía más sensible con las diferencias que existen para las mujeres aún cuando pareciera que vivimos en el moderno mundo occidental con liberación femenina.
En estos momentos tengo en mente a las chicas que asesinaron en Ecuador y la carta que escribió Guadalupe Acosta en nombre de todas las mujeres, te la copio al final.
Porque cuando surge un asesinato como este y brotan estos cuestionamientos por ser mujeres, así es como nos matan y nos callan a todas.
Cuando escribí con el caso de las holandesas en la cabeza conté todos mis viajes que pudieron salir mal, la de veces que pude haber sido yo y cómo me da vueltas en la cabeza mis hijas el día de mañana. Creo que por eso me impresionan tanto los casos de estas chicas.
Por mi lado, yo voy a alzar mi voz apoyando a las mujeres a crear su visión de vida, crear su planes y lanzarse a por sus sueños sin que se sientan que ser mujeres las condiciona de ninguna manera.
Celebremos el camino que hemos recorrido como mujeres y el campo ganado, empoderémonos para que se reconozca en todos las esferas y a todos los niveles que somos iguales, ni más ni menos, y apoyemos a tantas otras que están abriéndose camino a las duras para llegar donde nosotras podemos estar.
Sobre todo no seas tú quien endurezcas su camino.
No contribuyas ni a acciones ni a conversaciones que no querrías sobre tus hijas.
La unión hace la fuerza.
Disfruta tu Dia Internacional de la Mujer, nos lo hemos ganado a pulso y yo sigo aspirando a que no lo necesitemos.
Vive la vida que quieres para ti.
Alza tu voz compartiendo esto para que todas las mujeres puedan hacer lo mismo.
TU MOMENTO ES AHORA
Un enorme abrazo,
p.-
Aqui la carta de Guadalupe Acosta en nombre de Marina Menegazzo (22 años) y María José Coni (21 años), las dos chicas argentinas asesinadas en la selva del Ecuador:
«Ayer me mataron.
Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada.
Cual desperdicio me metieron a una bolsa de polietileno negro, enrollada con cinta de embalar y fui arrojada a una playa, donde horas más tarde me encontraron.
Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después.
Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida.
No, más bien empezaron a hacerme preguntas inútiles. A mi, ¿Se imaginan? una muerta, que no puede hablar, que no puede defenderse.
¿Qué ropa tenías?
¿Por qué andabas sola?
¿Cómo una mujer va a viajar sin compañía?
Te metiste en un barrio peligroso, ¿Qué esperabas?
Cuestionaron a mis padres, por darme alas, por dejar que sea independiente, como cualquier ser humano. Les dijeron que seguro andabamos drogadas y lo buscamos, que algo hicimos, que ellos deberían habernos tenido vigiladas.
Y solo muerta entendí que no, que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser. Mientras que si el titular rezaba fueron muertos dos jóvenes viajeros la gente estaría comentando sus condolencias y con su falso e hipócrita discurso de doble moral pedirían pena mayor para los asesinos.
Pero al ser mujer, se minimiza. Se vuelve menos grave, porque claro, yo me lo busqué. Haciendo lo que yo quería encontré mi merecido por no ser sumisa, por no querer quedarme en mi casa, por invertir mi propio dinero en mis sueños. Por eso y mucho más, me condenaron.
Y me apené, porque yo ya no estoy acá. Pero vos si estas. Y sos mujer. Y tenes que bancarte que te sigan restregando el mismo discurso de «hacerte respetar», de que es tu culpa que te griten que te quieran tocar/lamer/ chupar alguno de tus genitales en la calle por llevar un short con 40 grados de calor, de que vos si viajas sola sos una «loca» y muy seguramente si te paso algo, si pisotearon tus derechos, vos te lo buscaste.
Te pido que por mí y por todas las mujeres a quienes nos callaron, nos silenciaron, nos cagaron la vida y los sueños, levantes la voz. Vamos a pelear, yo a tu lado, en espíritu, y te prometo que un día vamos a ser tantas, que no existirán la cantidad de bolsas suficientes para callarnos a todas.»
Por Guadalupe Acosta
Aprovechando que es el Dia Internacional de la Mujer, no dejes que nos callen.
Levanta tu voz por ti, pero sobre todo por ellas
Para que podamos viajar y sentirnos seguras, pero todavía mas.
Para que todas tengamos derecho a la educación.
Para que todas podamos trabajar, ser independientes y devengar los mismo salarios.
Para que todas podamos elegir y votar por quienes nos representarán.
Para que todas tengamos la oportunidad de generar el cambio desde puestos de poder y mando.
¡Alcemos la voz juntas!
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Me tocó el alma la redacción de la joven argentina. Ser Mujer es tan díficil, aún así, el camino hay que atravesarlo, y sobre todo, pisar fuerte, muy fuerte para dejar una huella profunda que sea guía para otras mujeres. Igual que tú Paola, no quiero un día 8 de marzo donde me feliciten por ser Mujer. Quiero un 8 de marzo normal, amplio en oportunidades para ambos sexos y sobre todo lleno de esperanza y certezas en tener esa paz mental y espiritual que al nacer niña en cualquier parte del Mundo represente abundancia y luz para la humanidad. Así quiero que sean mis próximos 8 de marzo.
Hola Blanca, a mi también se me puso la piel de gallina con ese texto. Yo también quiero un mundo sin día internacional de la mujer, sin la necesidad ni el sentido para un día como ese.
Un abrazo, p.-
Es muy cierto que debemos alzar la voz no sólo por nosotras sino por cada mujer… Por eso yo tampoco he estado de acuerdo en celebrar este tipo de días (de la Mujer, de la etnia negra…) porque no veo que busquen equilibrar la balanza, sino más bien inclinarla hacia ese lado.
Hola Brigitte, definitivamente somos porque otras fuero antes que nosotras, y debemos ser para otras sean. Un género, una voz, una sola petición: Igualdad.
No más. No menos.
Un abrazo, p.-
Wow!!! que fuertes, pero llenas de verdad sus palabras.
Si Gina, la verdad que somos privilegiadas y muchas mujeres, hoy y ahora, no gozan de nuestros mismos derechos, gracias por escribir, un abrazo, p.-
Hola chicas que tal, buscando en la internet porque nos callan la verdad pude leer este argumento, y saben aunque no soy mujer y aunque no se en forma literal lo que ustedes sienten, pero me duele el leer esto, por que tanta infelicidad… De mi parte tienen mi apoyo, y con Dios delante asi con lo que pueda de mi parte ayudar a todas las mujeres que pueda, me uno a ustedes en forma de apoyo y queja a que dejen de maltratarlas… Pasen buenas/os noches/dias
gracias Fernando, somos privilegiadas las mujeres que podemos hablar abiertamente, tener un blog como este, poder vestirnos como queramos, ser independientes y formar pareja y familia con quien queramos. Y como privilegiadas porque en este momento esa no es la realidad para cerca de la mitad de las mujeres del mundo.
Gracias por unirte en lo que son derechos humanos para todos, hoy y ahora, un abrazo, p.-