¿No te pasa que a veces te agarra un remordimiento que te aprieta el pecho y casi que no puedes respirar bajo el peso de la culpa?
A mí sí y esto es lo que aprendí el día que dije que ya no más. El día que dije ¡Estoy harta de sentirme culpable!
Porque yo siempre he sido mucho de «si hubiera» hecho-dicho esto o lo otro, o «no debería» haber hecho-dicho aquello o lo de más allá.
Ahí comienza el sentimiento de culpa, como un taladro abriendo un hueco en mi cabeza y continua con un peso como si un elefante se me hubiera sentado encima.
(Y aparte, todavía está eso que siempre he dicho que una no sabe lo que realmente es sentirse culpable hasta que se es madre.)
Cansada de la autoflagelacion queriendo meter la cabeza debajo de la tierra como una avestruz a cada rato, un día leí el libro del Dr. Dyer «Tus Zonas Erróneas«.
Bueno, en verdad me lo leí hace tiempo, quiero decir que me lo releí a razón de que estoy tanto en la onda del autodescubrimiento enfocado a ponerte en acción y de paso ¡¡comerte el mundo!!
En este libro dice cómo la culpa y la preocupación son los sentimientos más inútiles que existen porque ninguno está basado en tu momento presente, que es realmente lo único que tienes.
Y así he visto lo absurdo que es que me mortifique en el presente por un hecho que ya ha pasado y, que no importa que tan culpable y fatal me sienta, la cantidad de golpes de pecho, rasgada de vestiduras y castigos que me auto imponga, nada de eso iba a cambiar lo que ya ha ocurrido.
¡Aprende la lección y muévete hacia delante!
¡POP! se me abrieron los ojos como platos, así como si me fueran a poner gotas, y me di cuenta de qué ilógicamente estaba viviendo.
Investigando más sobre la culpa, descubrí la cantidad de esquinas y recovecos que tiene este sentimiento, no sólo cómo la sentimos y por qué, sino también como es de traicionera. Y en verdad nos sirve y nos protege y por eso la consentimos y, aunque nos hace daño, la cultivamos.
En verdad, sentirnos culpable es hasta como andar de vago. Sí, de perezoso. Parece como si sentirnos culpables fuera un trabajo de tiempo completo pero es más bien una excusa de tiempo completo.
¡Y yo ya me harté de sentirme culpable!
¿No sería estupendo aprender a sacarnos la culpa?
¿Esa culpa que nos oprime y nos contrae?
¿Recuperar la paz y el sosiego y movernos desde ahí?
Por eso, escribí sobre la culpa en este artículo para revista Ellas del viernes 25 de Marzo
«Libérate de la Culpa y Recupera tu paz interior»
«La culpa te inmoviliza basada en hechos pasados que no podrás cambiar, aun con todo lo culpable que te puedas sentir al respecto.
La preocupación te agobia, te paraliza y te quema las entrañas por algo que no importa cuánto lo planifiques o qué tan incierto y angustioso lo veas, nada te garantiza que pasará como piensas.
Ambas sensaciones te estancan, te contraen y te impiden avanzar disfrutando tu momento presente.
En esta ocasión hablaré de la culpa y de cómo liberarte de este sentimiento negativo te devuelve la paz…» sigue leyendo aquí
Aquí, Herramienta práctica y concreta para liberarte de la culpa
Además, por aquello de aportar herramientas útiles y concretas que te sirvan para localizar de dónde viene ese sentimiento de culpabilidad y cómo borrarlo de una vez, te comparto el enlace donde te hablo del «Libro de culpas» el que será tu aliado en recuperar tu paz interior libre de culpa y más sabia:
¿Estás lista para dejar de sentirte culpable?
¿Lista para construir desde el aprendizaje sintiéndote más libre y más sabia?
¡Yo sí!
Me encantará saber que te pareció esto.
Un abrazo, p.-
P.D. Si aún no eres parte de Mi Tribu Querida me encantaría que lo fueras subscribiéndote al blog para estar conectadas mucho más cerca.
Me encantó tú tema sobre la Culpa. Conozco a muchas mujeres que creo que les gusta sentirse «Culpables», no sé, pienso que siente hasta «cierto placer de auto lástima» para tratar de resolver ciertas situaciones en su vidas. Triste vivir así.
Yo, trato de ser práctica, Culpa? no creo, más bien intento buscar el lado positivo de aquellas imprudencias que pude haber cometido, y bueno, en ocasiones creo que caigo algo mal a los demás.Me importa? Adivina querida Paola, No me importa. jajajajajaja. Cero Culpa.
Excelente material que has plasmado.
Hola Blanca! que buena actitud guapa! un abrazo, p.-
Pao, Mencionaste el libro: Tus zonas erròneas! un gran libro que cambiò mi manera de ver la vida, y todo para bien! Darse cuenta de lo erròneo que estaba uno y tener esa voluntad de cambiarlo es maravilloso., porque te libera!… El pasado ya pasò… Como dice Wayne Dyer, la culpa es una emociòn OBSOLETA… y pensar que ésto fue escrito en 1974 jaja… y hasta hace un par de años fué que lo entendí ! Me encantan tu manera de escribir Paola, Besos
Hola Julia! Sí, ese libro de Tus Zonas Erróneas es mo máximo!!que emoción que te guste mi estilo de escritura!! Mil gracias, un abrazo, p.-
Este articulo me hace mirar la culpa desde otro observador menos victima y mas de acción
claro que si! a aprender y seguir pa’lante! un beso, p.-