El resto del 2009 pasó a grandes pasos. Por un lado seguimos inmersos en los asuntos familiares que ya mencioné. Por otro, dentro de mi trabajo hubo cambios y fusiones muy importantes que representaron nuevos retos y nuevos procesos.
A nivel artístico la vena empezaba a latir con fuerza. Seguí con las correcciones de lo que pretendía fuera mi primer libro de cuentos y revisaba una y otra vez los textos, cortando aquí, cambiando allá. Haciendo la selección dentro de las 22 historias con las que contaba. Volviendo a revisar y corregir… ciertamente el trabajo de la escritura es una 10% inspiración y un 90% trabajo de posproducción. Cada vez que dejas el texto un tiempo, apenas lo retomas encuentras mil cosas que mejorarle, ¿Era el cuento de nunca acabar o es que me estaba yendo la mano en perfeccionismos? O, ¿se me estaña yendo la mano en perfeccionismos para no enfrentar de una vez el reto final de la publicación y así podía seguir dándole largas?…
Los fines de semana huíamos de la ciudad y del plan mall todo el día y salíamos rumbo a Buenaventura o El Valle.
Para las fiestas Patrias de noviembre nos fuimos una semana entera para el interior donde nos dividimos entre el apartamento de Los Portales y El Valle para celebrarle el primer cumpleaños a AdrianY claro, antes vino el otro halloween…
El 5 de diciembre le organicé una fiesta bailable a Darío por su cumpleaños #40… Aunque este fue básicamente todo el cuerpo de baile…
Antes de que nos diéramos cuenta ya era nuevamente Navidades.
Este año, una vez que Mar y Adrian dominaron la vertical, entiendase caminar a su modo, se emparejaron y se han vuelto inseparables.
Con el final del año vino la aventura de la compra del nuevo apartamento de los Portales. Lo que fue la noche del 31 la pasamos acostándonos tempranito. El 1ro de enero del 2010 salíamos todos de viaje familiar en un vuelo de lo más ultramatutino….