Antes de viajar a Buenos Aires, quedaba un evento muy importante para nuestra pequeña familia, y es el cumpleaños número 2 de Mar. Me hacía muchisíma ilusión armarle una fiesta donde todos los amiguitos del área social y otros niños más que conocía se lo pasaran muy bien a pesar de las diferencias de edades que oscilaban entre los 2 y los 6. Aprovechando nuestra área del edificio alquilamos unos juegos inflables para pequeños, y otro para no tan pequeños, de modo que todos se divirtieran juntos pero no revueltos.
Beatriz le regaló a Mar un espectáculo con unos payasos que hacían bombas de jabón. Los pobres estaban frustradísimos porque hacía un viento tal que no había bomba que aguantara, pero eso fueron los payaso-mimos, porque los niños estaban maravillados y gozaron ese revoltijo de agua y espuma como si fuera el mismísimo Cirque du Soleil.
Todos los pasaron estupendo y fue una tarde divina para invitados y familia…