Bueno, en realidad, la Zaragoza de hoy no es la de hace 30 años ¡Esta renacida! Sus calles son ordenadas, espaciosas y limpias con amplias veredas y zonas de peatonales. Gracias al tranvía y los buses públicos, el trafico está organizado y muy reducido. Los autos no se comen ni la ciudad ni los nervios de los ciudadanos (que diferencia con la situación actual de Panamá…) y me llamó la atención que falta de contaminación auditiva y visual; nada de pitaderas ni de carteles publicitarios por todos lados. Cuánto nos falta por evolucionar a nosotros en esos aspectos… ¡Vas por las calles y hay sensación de paz! Espero que un día también lleguemos a eso nuestra ciudad y ¡que no nos tome 30 años!
Aquí les comparto algunas fotos, de aquí y allá, que tomé caminando sus avenidas y rincones.
En fin, para los que me han preguntado. No, ya no estoy en España, pero no quería dejar de compartir estas cosas con vosotros…
¡Ah! Y mi abuela… ¡ya está en casa!