Este fin de semana fuimos invitados a la apertura oficial de la nueva etapa de Puntarena en Buenaventura. Entretenimiento para los pequeños y coctel para los grandes ¡yeah!
El día era principalmente una feria familiar pero ¡adivinen! por decirlo de alguna manera, como que se aguó un poco la fiesta, literalmente… Y es que estaba organizada para ser una tarde en exteriores con unos montajes de brincas-brincas para los niños, carros de comida, etc, pero empezó a caer la lluvia torrencial que está cayendo todavía tres días más tarde.
Creo que en febrero y marzo, con la sequía, cantamos tanto lo de «que llueva, que llueva» que ahora no hay quien meta de nuevo la Virgen en la cueva…
Me encantan los eventos tipo feria donde me falta poco para hacer fila para que me pinten una mariposa en la cara y berrear para que también me den un globo de helio. Mis hijas alcanzaron a jugar en los juegos (y yo a tomarles la foto) antes de que tuviéramos que cobijarnos en el salón de fiestas que ¡vaya si les quedó lindo! Las niñas lo gozaron montón y yo también.
Pero también fue un evento que disfrutaron los grandes, para muestra… ¡un botón!
De todo el evento lo que más disfruté fue bailar con mis hijas, primero bailé un «chic-to-chic» con Ana al son de «Stand by me«. Luego bailé otras canciones con Mar y cuando bajé a Mar para cargar y bailar de nuevo con Ana a la mayor la fulminó un ataque de celos y se le amargó la noche… pero bueno… ¡nadie nos quita lo baila’o!