Todo esto pasó entre dos helados, en dos días…
Después del accidente del lunes pasado nos recomendaron que Mar comiera helado ¡quién dijo fiesta! El martes me la llevé en «plan de novias» -sólo ella y yo- con las pintas de ratón que le quedaron, sus dientes bailando y comiendo de lado estaba encantada con su dieta de helado.
El miércoles seguía en dolor con los dientes así que sacamos cita con el dentista y el jueves estaba acostada en la silla con muchas ganas de que le tomaran una foto de Rayos X, que eso de las fotos por dentro le parece el plus-ultra.
Cuando le tomaron la fotito yo casi ¡me caigo para atrás! mientras la doctora me explicaba que uno estaba que se caía y que el otro iba a tener que sacarlo con anestesia, todo lo que yo veía era el tamaño de los dientes que están en fila para salirle ¡¡¡la niña va para castor!!!
Ahí la doctora hizo una magia y un encanto y Mar casi que ni se enteró de que la pincharon y le sacaron los dientes. Antes de darse cuenta estaba bocacha y anda feliz con un hueco en media cara que parece un buzón. Mientras ella ande feliz…
Ya venía eligiendo el regalo que le iba a traer el Ratón Perez, sí señores, el roedor ahora se cree Santa Claus y en vez de dejar el billetito simple y sencillo de toooooooda la vida ahora, resulta que el mouse trae son «regalos». En fin, entre eso y que le dijeron que en vez de cenar comiera helado eso de perder dos dientes le pareció el mejor plan para los jueves.
Oye, es que tienes que ver los de Marcos… tengo un lío porque no le caben en la boca!
Hola Oriana! yo creo que a Mar le va a pasar lo mismo! Van a terminar saliendole por la nariz! Y cuando vengan el otro pocotón de dimensiones dobles van a estar en recreo, ahí no los enfilara nadie sin dos años de ortodoncia…
un abrazo, p.-