El pasado viernes fuimos a un evento que se sentía como las más pura fiesta secreta en plenos años 20 en la época de la ley seca americana. La invitación traía la palabra clave para entrar, había que darla por la rejita de una puerta custodiada por un corpulento guardián, a media oscura y destartalada calle entre el Casco Viejo y Santa Ana.
Aun después de la primera prueba venía comprobar que tu nombre estuviera en la lista. No habíamos ni entrado ni a mi esta onda misteriosa ya me estaba divirtiendo montones y eso sin contar que era una celebración de champagne Veuve Clicquot, lo que para mí, ya le garantizaba la noche sin mayor esfuerzo. Lugar: Atelier. Un bar junto al Teatro Amador decorado en el mismo estilo tan particular ¡Vale la pena visitarlo! Muy industrial y crudo pero con un trabajo de iluminación y una cantidad de detalles de decoración que hacen de cada rincón un descubrimiento ¡Me encantó!
Tengo que reconocer que Darío y yo salimos muy poco así que a la esfera social le da tiempo de cambiar mil veces entre una salida y otra. Yo me divertí porque, vamos, estaba como niña pequeña viendo bar nuevo y gente nueva. ¿Mi cara? igualita que la de mis hijas cuando las pones frente una pecera de peces de exóticos, tesoros medio enterrados y piedritas de colores ¡Alucinante!
Como buen par de nerds que estamos hechos si la invitación decía a las 9, pues ahí estuvimos nosotros a las 9pm, para convertirnos en parte del comité de bienvenida. Para las 11 eso estaba a saco de gente linda y trendy y… totalmente desconocida ¡Qué fuera de círculo que estoy, caray! Será porque eran mayormente treintañeros, será porque Panamá se ha llenado de extranjeros, será porque la vida nocturna, definitivamente, ya no es mi onda pero… ¡No conocía a nadie! Bueno sí, al final deduje que conocía como a unas 10 personas entre toda esa gente ¿Qué como las reconocí? Fácil. Eran los únicos que para leer la pantalla de su celular tenían que estirar el brazo todo lo que podían ¡Qué pifia los 80’s! ¿no?
La verdad que pocos planes nos sacan de casa, hoy día acostar a las niñas es más un placer que un simple rutina pero agrada una salida nice de vez en cuando ¡Gracias Patricia por contar con nosotros para esta Veuve Clicquot Secret Party! ¡Salud!
Gracias Pao por la bella reseña de este VCP Secret Party! nos encantó tenerlos y poder brindar con Clicquot!
Gracias a ti Paty, un abrazo,p.-