Les voy a resumir los últimos dos días de esta estupenda aventura que fue el Crucero de Disney, para que vean por qué soy tan entusiasta en recomendarlo.
Al día siguiente de ir a nadar con los delfines en Atlantis hicimos parada en Castaway, una isla propiedad de Disney. La verdad sea dicha, éramos un pocototón de gente en la playa, pero bueno, ni más ni menos que las playas de Río de Janeiro o las europeas en las fechas de verano. Y ahí, en esas aguas tan cristalinas de las Bahamas pasamos el día de playa chapoteando y tirándose por toboganes que me ponían la adrenalina al borde del infarto (que para eso soy súper fresita y mientras yo doy gritos desaforada como si me estuvieran arrancando la piel mis hijas lo encuentran ¡hm! medianamente excitante)
Después de la playa todavía tuvimos tiempo de subir a las piscinas de el barco y alistarnos para la noche especial de piratas. Fue la temática de la noche y hubo un show en cubierta con todos los personajes vestidos de piratas cantando y bailando -Capitán Garfio y Sr. Smith incluidos- que dejó a Ana con la boca abierta ¡¡Li-te-ral-men-te!!
Y el último día fue en alta mar, para disfrutar todas las cosas que ofrecía nuestro barco, el Disney Dreams. Mis hijas fueron full piscinas, toboganes y el túnel transparente de agua por el que sobrevuelas el barco y mar sobre una balsa inflable. Al mismo tiempo, en la plaza, todos los personajes de Disney bailaban con los niños y Ana descubrió al maravilloso Goofy, a mí fue el que mejor me cayó de todos los personajes.
Por cierto, esta es la sonrisa forzada de Mar mientras le hacía trencitas a tirones, sólo aguantó para cuatro… La otra es la cara de la gamberra de Ana que se tiraba de todos los toboganes como si tuviera 15 años.
Y en la noche, el show en el teatro fue espectacular, con un recuento de cuanta historia de Disney se haya hecho una película y luego… ¡Princesas! más princesas…que por falta de realeza no fuera…
Y al día siguiente para las 9 de la mañana ya habían dado desayunar y desembarcado a todo el mundo. La verdad, que esta gente de Disney se la tienen resabida de como manejar multitudes sin que uno se sienta ganado ¡Son unos genios!
Mi recomendación para este paseo es hacerlo en el verano. Que aunque las postales nos hayan hecho creer que por Miami y Bahamas siempre hay sol y tiempo de bikini ¡sorpresa! no es cierto. Y si no vas a poder estar en las piscinas y la playa no me parece que lo aprovechas al máximo. Yo he estado en Atlantis en enero con sudadera y sin poder hacer más del acuario… Ni que decir de Castaway o el día en alta mar si el clima no te acompaña…
Bueno, anímense a este paseo familiar que para los niños de todas las edades y adolescentes será ¡inolvidable!
No te pierdas las entradas previas sobre nuestras aventuras en el crucero «El Crucero de Disney ¡Comienza la aventura!» y «El Crucero de Disney y nadando con delfines»
¡Besos!