Ayer celebré mi cumpleaños y mientras en la mañana agradecía las felicitaciones por mis 42 primaveras me quedé pensando
¿Será que 42 primaveras ya son un otoño?
A veces me encuentro llamando señora a mujeres arregladas y formales que resultan ser más jóvenes que yo. Así que entre las pintas y la actitud ¿me estoy autoengañando? ¿Soy una señora para alguien más que el valet parking? ¡Diablos!
Veamos: Por mi trabajo siempre me visto casual/informal, ando en flats porque -aunque sé que una se ve más elegante, estilizada y despampanante- andar en tacones me agota, uso poco maquillaje, mis hijas son pequeñas y, hay que reconocerlo, muchas veces puedo ser bastante infantil. Vamos, que me creo un cría, pero entonces pienso, de cría yo pensaba que las mujeres de 42 eran todas unas señoras… (y no vamos traer de nuevo a cuento la historia de la hippie del semáforo ¿o fue eso una alerta? Hmm…)
Porque claro, que los amiguitos de mis hijas, unos mocosos de seis años, me digan tía se vale. Pero, por ejemplo, que el sobrino de mi marido que es un venteañero de dos metros me diga en las reuniones familiares con su bozarrón de hombre «¿Qué pasó tía?» me deja más fría que después del famoso ALS icebucket challenge, «¿Qué tía ni que ocho cuartos? tu tío es Darío yo sólo soy Paola».
Y ayer me entró la duda, ¿será que me estoy metiendo en el otoño colada con vestidito floral y las trencillas de Laura Ingalls pero en el otoño al fin? Bueno, menos mal que no me duró mucho. Porque, si la expectativa de vida hoy en día es de +80 -lo que es medio una putada, porque significa que me quedan algo más de 20 años para sacar mis hijas adelante y ahorrar de lo que voy a vivir por los siguientes 20-, significa también que los 42 bien pueden ser la mitad del camino na’ mas, así que me fui muy contenta a la cama abrazada de mi bloqueador solar, un bikini y un sombrero porque, sacadas las cuentas, eso significa que: apenas estoy es en verano ¡and I love it!
Además…
Pasé el día con mi familia que, por el dibujo/regalo de Mar así como somos, ¡somos una familia de súper héroes!
Y ¡sí creo que lo seamos!
En la noche toda mi familia ampliada vino para cantarme el happy birthday en una pequeña reunión que me hizo muy feliz y mis hijas dichosas de soplar más velas