Wow, 45 años no se fuman en pipa ni son moco de pavo y eso es lo que cumplí este sábado 19 de agosto.
Tengo una extraña sensación de sentirme al mismo tiempo una pelaita apenas empezando y un alma que ya ha vivido como tres vidas en una.
Me ha dado para mucho estos añitos, he vivido montones de cosas y experiencias, casi que me pincho para darme cuenta que es cierto.
He acertado, me he equivocado, he perdido tiempo, vivido en el limbo y también a toda máquina.
He reído mucho, llorado otro tanto, pero quedo con la risa porque como siempre me río primeramente de mi misma no me quedo sin material.
Definitivamente para mi el humor es un pilar.
¿Una maravilla de los 45 años?
Elijo lo que quiero para mí.
Mi lema viene por aquí: El que no me sume que no me reste.
Tiene que haber risa en mi vida. Ni me apetece ni quiero personas rígidas, serias o llenas de formalismo.
¿Sabes?
Ya puesta a determinar que más decido a mis 45 años pues… ¡voy poner y quitar!
La trasparencia y ser genuina son para mi un valor y quiero poner sólo de eso.
No voy a interpretar un papel para ti. Lo que ves es lo que hay.
No espero que seas quien no eres. Tú se tú, que si no coincidimos en esta vida puede que congeniemos en otra y no hay lío.
NOTA IMPORTANTE: No quiero en mi vida personas con dobles agendas.
Turbias o complicadas.
Quiero menos drama en mi vida y eso incluye menos personas dramáticas.
Quiero quitar a más personas que van de víctimas, de esas que culpan a todos y a todo de cuento les ocurre y no aceptan su responsabilidad como creadores de su vida.
A mis 45 años yo también lucho con mis demonios, no espero que seas la estampa del positivismo todo el día, pero si quiero poner más personas que sean vulnerables pero valientes. Que me inspiren con sus historias y su coraje.
Quiero más personas en mi vida que se caigan y se levanten y me reflejen mi propia vulnerabilidad y mi propia valentía.
Quiero menos absolutistas, de esos que creen que poseen la verdad y se consideran en la posición de decirles a los demás lo correcto y lo incorrecto de como manejarse en sus vidas o pensamientos. ¡Que pereza!
Quiero poner en mi vida más fe, más confianza en los procesos y en mi camino.
Quiero que no olvide nunca la frase que me fue susurrada en una meditación:
«Dios y el Universo me sostienen»
Quiero quitar más empuje del que agota y desgasta y va dejando jirones de tu piel y tu energía en el camino.
Quiero margaritas en mi pelo.
No sé, me apeteció decir eso….
¿Quién soy?
Soy roca y la risa meciéndose en un columpio.
Soy una mano en el camino.
Soy el espejo que va a reflejarte tu grandiosidad aun cuando tú dudes de ella.
Hoy puedo ser la certeza absoluta como la duda personificada. Y eso está bien porque sé que son ciclos.
Soy amiga de mis amigos y de los que no también, porque yo soy de las que voy creyendo en todos aunque me equivoque mil veces.
Perdono rápido y olvido con la misma rapidez, eso de perdono pero no olvido me parece un desgaste.
Probablemente por eso mismo me pego más de una vez con la misma piedra. ¡Hmm! Pero vuelvo a perdonar y me vuelvo a olvidar y ya está.
He vivido la traición inesperada y el apoyo incondicional. Me quedo con creer y recordar lo segundo.
Soy una guerrera y me aferro a mi soberana porque ese arquetipo me ha mantenido avanzando siempre y enfundada en él me siento imparable aunque no sea invencible.
Soy una niña curiosa.
Soy una mujer y madre protectora.
Soy consciente de lo efímera que soy.
No me da miedo morir pero sí me da miedo no estar para mis hijas.
Me da miedo el olvido.
Soy exigente conmigo misma y curiosamente te cuento que he aprendido a dejar de serlo con los demás.
Soy sencilla y compleja y cada vez me gustan las cosas más simples.
Tengo 45 años y soy el Fenix. Soy el todo y la nada.
Soy la posibilidad de todas las cosas y un ser en constante evolución, hasta yo misma me sorprendo de mi capacidad de reinventarme.
Sé que puedo y sé que puedes.
Creo que sé quien soy tanto como sé que aun no veo en quien más puedo convertirme.
Con todo lo excitante y aterrador que eso significa.
Bueno, creo que el escrito que tenía pensado no era este, será por el eclipse, pero esto lo que me nació escribir y lo que mis dedos fueron escribiendo solos.
Aun me asombro de lo de las margaritas en el pelo pero algún lado de mi me las está pidiendo… iré a por ellas.
Gracias por estar conmigo hoy, celebrando haber cumplido los 45 años y sintiéndome como en un barco en alta mar, en la proa bien al estilo Titanic. Navegando, sin puerto a la vista, con el viento en la cara y sabor a sal y siete mares por delante, porque lo que me gusta es estar creciendo, avanzando, en el camino y, de verdad, me encanta que estés en él conmigo.
Seguimos en esta aventura llamada vida.
Seguimos…
Si quieres saber más de mi historia te invito a leer aquí Esta es mi historia y mi cruda lección de vida
Y cuéntame, en este período de tu vida ¿Quién eres? ¿Qué quieres más y qué quieres menos?
Un abrazo, p.-
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(Gracias a Raul Pinzón por la foto)
Que lindo leerte Pao, que lindos 45 años! Me encantaron las margaritas en el cabello! Te mando un gran abrazo, lleno de admiración y un fuerte y gritado Feliz Cumpleaños! Las extrañamos a las hermanas por estos lados! Caro.
gracias guapísima!!!! si! tenemos que ir
besos, p.-