A finales del año pasado me enteré que murió Miss Marie Laure de Dudley, conocida por tantos como Miss Dudley. Me costó ligar la muerte con una mujer que era sinónimo de tantas nuevas vidas. No quiero que pase más tiempo sin dedicarle un espacio y expresar mi inmensa gratitud hacia ella.
Miss Dudley fue la directora del Centro de Preparación al Parto. Donde miles de parejas tomamos sus cursos de preparación para ese día. Con su humor y su acento francés nos divirtió y dio guía para lo que nos esperaba el día del nacimiento, y los días después.
Mis partos no hubieran sido lo mismo sin ella. La labor previa al nacimiento de Mar fue larga y complicada porque yo no dilataba, ella estuvo a mi lado todo el tiempo pendiente de los monitoreos, las medicinas, mi respiración y cualquier cosa que necesitara. Finalmente (y digo finalmente porque fueron varias horas de probar todo lo que existe para que dilatara mientras estaba en dolores) Mar llegó al mundo por vía natural (aunque rasgando todo lo que encontró en su camino con esa “cabecita” suya) y allí estuvo Miss Dudley. Desde mi ingreso hasta que salí de la sala de partos estrenándome como madre.
Con Ana la cosa fue más sencilla -al contrario de su hermana, que casi a la semana 42 aun no quería salir y hubo que “mandarla” bajar- mi pequeña decidió adelantarse dos semanas para nacer, por voluntad propia, el día del cumpleaños de Mar. Así, mis dos hijas son nacidas el 28 de mayo con, exactamente, tres años de diferencia.
Nuevamente me acompañó Miss Dudley en todo el proceso, llegando temprano esa mañana y animándome con su gracia y su humor hasta que Ana salió sin que, esta vez, hubiera mayor daño colateral.
Querida Miss Dudley, que hasta donde estés te llegue mi agradecimiento. Estarás por siempre ligada a los dos momentos más importantes de mi vida: el nacimiento de mis dos hijas.
Nadie muere si sigue viviendo en la memoria de otros y estoy segura que, como con nosotros, vivirás en los recuerdos y las anécdotas de muchas parejas.
Adiós, Miss Dudley… Gracias…
Con Miss Dudley pude vivir con mi esposa momentos maravillosos en el nacimiento de mis dos hijos hace 16 y 11 años. Cada centavo valió la pena, pero ella no lo hacía solo por negocio sino por vocación. Siempre me pregunté: ¿Es que tenía que venir una enfermera de otro país a dar este importante y necesario servicio? Miss Dudley trabajó por la vida!! Presenció la vida!! Ayudó a nacer a miles de bebés cuando otros los destruyen! De seguro está en el paraiso sonriendo!!!!
La verdad que fue una mujer fantástica que nos ayudó a tantas a darnos tranquilidad en esos momentos, porque las buenas intenciones de los maridos son pareciadas pero la tranquilidad ¡la daba la presencia de Miss Dudley!
Muchas Gracias por la dedicación. Lo supe hace unos días y por medio de este blog, y estoy muy afligida por su ausencia. Pero definitivamente que será un Angel recordado por muchos. Mi preparación al parto JAMÁS hubiese sido igual sin su ayuda. Siempre será recordada…
Hola Yacqueline, definitivamente Miss Dudley fue una persona que hizo la diferencia para tantas madres… por siempre ligada a nuestras memorias… tan feliz de haberla tenido conmigo en esos momentos 🙂
Muchas gracias Paola.
miss Dusley estera pro siempre atada a los recuerdos del nacimiento de mis hijas, ella fue clave en esa experiencia, un abrazo, p.-
Hace pocos meses me enteré de la muerte de Miss Dudley y, realmente, creía que me habían mentido. Sólo ahora lo confirmo mediante este artículo. Estoy segura de que desde el cielo escucha también mi pequeño saludo de gratitud por su ayuda, compañía, profesionalismo y esa cálida sonrisa que nos daba tanto ánimo en aquellos cursos de preparación al parto. Luego, cuánta dedicación para ayudarnos a recuperar «la figura» con esos ejercicios que nos hacían «ver estrellas», pero que eran tan efectivos. Miss Dudley, on se vera au ciel, sans doute!! Á quelque jour!!! Pilar
Hola Maria Pilar
Miss Dudley fue el ángel que me custodio con el nacimiento de mis dos hijas
Por siempre también estará en el corazón de nuestra familia
un abrazo, p.-
Una gran mujer que me apoyo mi embarazo y nos enseñó a prepararnos para la llegada de nuestra bebe Sophia; para mí ella fue una bendición nos entrenó tan bien que puedo decir que ahora es cuando más necesito sus consejos nuevamente y hace falta deja un vacío y una gran enseñanza. Dios la tenga en su santa gloria.
Hola Cristina, la verdad que fue una mujer memorable, un pilar y una roca para tantas madres en ese momento tan decisivo de dar a luz. Que lindo que siempre es recordada con una sonrisa, verdadero cariño y profundo agradecimiento por tantos que tuvimos la dicha de conocerla y sera asistidos por ella. Un abrazo, p.-