Por lo general la vida se nos va llenando de rutinas, pequeños rituales que repetimos en automático y que, si no nos damos cuenta, nos convierten un día demasiado parecido al anterior y al siguiente.
Un fin de semana casi igual al anterior y casi idéntico al próximo.
Si quieres ser más feliz te animo y
¡Ponle aventura a tu vida!
No tienes que tirarte un año a lo más «Come, reza y ama» para ponerle variedad a la vida. No tienes que subir el Hilamalaya o ir a buscar canguros a Australia.
Ojo, que si puedes puedes que bien.
Pero lo mejor es cuando puedes improvisar la aventura y vivir una experiencia extraordinaria cualquier día con sólo tomar la decisión.
Poner a tu vida aventura, romper tu rutina y te saca de tu lugar físico y mental (y mejor si perder conexión con internet) aunque sea UN DIA te cambia totalmente la energía y expande tu creatividad de maneras que ni imaginas. Romper rutinas es primordial para crear una vida extraordinaria para ti ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo totalmente diferente e inesperado?
Nosotros este fin de semana en la ciudad decidimos darle una vuelta de tuerca y en vez de seguir acumulando horas de mall o cinta costera decidimos hacer un paseo diferente y aquí te voy a contar toda la logística para que puedas hacerlo tú también.
Como ya conté en este post anterior yo tengo increíbles memorias de mi infancia y, creo que lo mejor que estoy haciendo es Construyendo las memorias de mis hijas y de paso creando momentos extraordinarios para mí.
Sé que lo que mis hijas recuerden de su infancia va a depender de las memorias que su cabecita decida guardar, pero de mí depende hacerles vivir experiencias memorables.
Así que a sólo un hora de la casa hicimos un paseo de visita a
La comunidad Embera sobre el río Chagres
Quedé sorprendida de como tan cerca estamos tan lejos. Estos indigenas de esta comunidad Embera viven arraigados a sus costumbres y su modo de vida ancestral y, mientras en la ciudad crecemos entre edificios y construcciones titánicas en el ajetreo típico de la urbe, ellos viven en la sencillez al ritmo de la naturaleza.
Dos estilos de vida a tan pocos kilómetros.
Yo estaba maravillada al igual que lo estuvieron mis hijas. Impresionada con esta comunidad de gente tan hermosa.
Los embera son de lo más corteses y encantadores, abiertos y de sonrisas amplias nos recibieron con los brazos abiertos y con genuina alegría por nuestra visita.
Orgullosos y respetuosos de su cultura y sus costumbres visten y viven según sus cánones sin el menor interés por enladrillar sus casas, hipnotizarse frente a la pantalla de un celular, occidentalizar su vestimenta ni entrar en zapatos. Descalzos viven, bailan o cruzan piedrosos ríos sin inmutarse.
Muy limpios y conscientes del medio ambiente. No vi basura ni plásticos por ningún lado y orgullosamente nos sirvieron un pescado con patacones recién hechos a fuego de leña en unos platos hechos de conos de hoja de bijao amarrados con ramitas y adornados con papos rojos.
Nos hicieron sentir en todo momento como invitados y me llevo de ese día su cordialidad, sus sonrisas, sus manos extendidas para saludar y ayudarte y las anécdotas del paseo.
Porque ver a tus hijas comiendo en esos platos naturales tan hermosos con tantas ganas, adornarnos con diademas de flores y bailar en círculo al son de instrumentos de viento y percusión y sus cánticos melodiosos es un ladrillo tanto en la construcción de sus memorias como en la nuestra.
Terminamos el día adentrándonos en la selva (bien mal calzada que yo iba debo decir) hasta llegar a una cascada de agua fresca y cristalina que no les puedo decir la gozada de ponerse bajo ese chorro y sentir la energía de la corriente.
Claro, nuestra anécdota particular es que allí mismo nos cayó encima el verdadero diluvio universal, así a lo bien trópico de película, con agua como debajo de una regadera, truenos, rayos y centellas. Y así mismo nos tocó regresarnos un buen trozo de selva.
Las niñas iban bastante asustadas pero eso sí puedo asegurarles, si lo que quiero es hacerles memoria, juradito por Snoopy que ese regreso bajo la tormenta ¡No se les olvida jamás! Y aquí yo me estoy riendo solita.
En fin, que sin duda es un paseo que se los recomiendo a quienes viven en Panamá.
Datos de logistica
Para llegar
Hay llegar por tus propios medios hasta el puerto Corotú por Caimitillo en el río Chagres. Un poco más allá de la fábrica de Cemex . A partir de allí los traslados serán en cayuco y te proveen de salvavidas.
La comida:
En la comunidad te dan el pescado con patacones. Te recomiendo que lleves tu botella de agua. Nosotros llevamos un container con tortellinis hechos que a las niñas les cayeron de perlas al llegar al carro al final del paseo. Lleva cualquier snack u otra cosa que quieras comer. ¡Pero llévate tu basura no orgánica!
Qué llevar:
Lleva una bolsa con toallas mejor tipo mochila para que puedas llevarla a los hombros en el tramos de selva y tengas las manos libres. Lleva una muda de ropa seca que dejes en auto. Pon tu celular, llaves, billetera, documentos y cualquier cosa que no se pueda mojar dentro de bolsas ziplock.
En la comunidad puedes llevar cualquier calzado pero si vas a la cascada recorrerás un pedazo de selva y cruzaras riachuelos así que lleva calzado que no se te vaya cayendo y que puedas mojar. Buen momento para crocks.
Horarios:
Debes estar en el muelle a las 9am y regresarás a las 2pm. ¡Sin creer todo lo que alcanzaste hacer en medio día!
Contacto y costo:
Nosotros tramitamos todo directamente con el señor Neldo miembro de la comunidad Embera. Telf. 6539.7918 con un costo por persona de $30.- y mis niñas no pagaron (depende de la edad) e íbamos por nuestra cuenta, llegando al puerto y llevando nuestras cositas.
Si quieres tramitar con guía que te haga los traslados de ida y vuelta al muelle, te acompañe en el paseo con explicaciones detalladas, y trato más personalizado conocí a un señor que por el trato que daba a su grupo, y que además estuvo super pendiente de Mar y de mí que por la selva y ríos íbamos medio torpes, me pareció recomendable. El señor Moises Teruel-Mora cel 6471-6062
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Bueno, esto queda para añadirlo a mis crónicas de paseos que puedes hacer en Panamá por un día como San Blas por el día y Taboga por el día
¡No tienes excusa para no ponerle aventura a tu vida!
Y para ti que no vives en Panamá
¿Qué paseo está a tu alcancé que te saque de tu rutina y te cree memoria?
¿Cómo puedes ponerle aventura a tu vida de aquí a una semana?
Todavía cargamos la sonrisa de la experiencia y hablamos de este domingo maravillados tanto a la familia como a todo el que quiera oir.
Viviendo experiencias extraordinarias es como creas una vida extraordinaria
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Un abrazo, p.-
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