Primera bajada fue en Florencia, correspondería una foto de Darío y mía, pero cosas del destino perdí la tarjeta de memoria que tenía nuestras fotos de Florencia, Roma y Vaticano y he tenido que hacer uso del inventario de los Barría…
Oficialmente la primera parada debía haber sido Marsella pero ese octubre el Mar Mediterráneo no se portó muy bien y Marsella fue el primero de los puertos donde no pudimos atracar.
En el mercadillo de Florencia donde Caro comenzó con el shopping. Una vez que se metió el sol comenzó a hacer más frío del que esperabamos, malo malo…En Roma en la Fontana de Trevi tirando monedas como si los euros no estuvieran por los cielos….
Por las calles de Roma, la temperatura comenzó a subir pero aun estaba fresquete para nosotros los tropicalosos…En el Vaticano, donde las filas daban tantas vueltas que no pudimos pasar de la Plaza, tomar esta foto fue una odisea, cada vez que nos acercabamos a alguien para pedirle el favor nos salían huyendo pensando que queríamos pedir o vender algo, finalmente algún alma caritativa se dió cuenta que nada más eramos unos turistas más…Pompeya con el volcán Vesubio atrás, impresionante como la laba conservó esta ciudad enterradaUna de las personas que quedaron petrificadas cuando la erupción del Volcán los tomó por sorpresa en sus casas…La Bahía de Sorrento, aquí yo me bajé del bus más muerta que viva para la foto, las nauseas matutinas me tenían anulada…Capri desde las alturas…. Oh! sole mío…..En la bahía de Capri que hay que estar al nivel… Con la casa a cuestas, como los caracoles, nos movilizabamos hacia nuestro próximo destino, las islas griegas, pero para ello nos tocaba un día completo en alta mar donde nos la pasamo «chinguiando» al poker y claro… comiendo…Nos emperifollamos todos para la cena de gala que resultó ser la mayor de las chorradas gringas y que nos quedó de experiencia para no seguirles el cuento y la cursilería nunca más!!Muy a nuestro pesar y con gran dolor tuvimos que decirle adios a Mikonos sin siquiera verlo. El mar estaba tan picado que atracar en la isla era imposible. No fue cuento puesto que lo que ven aquí no es una piscina de olas, son las olas que se formaban en la piscina de lo mucho que se movía el barco…Y llegamos a Constantinopla, la ciudad más antigua del mundo conocida hoy como Estambúl y que está la mitad en Europa y la mitad en Asia. Era mi destino más esperado porque era la ciudad que no conocia en el recorrido. Si bien la ciudad es un espectáculo que emana historia de cada piedra, la comida que nos tocó… una porquería!! (Todo hay que decirlo)Y claro, uno no puede faltar al mercado turco… Ni a comprarse una alfombra de las de Alibaba aunque el marido ponga el grito en el cielo…Y aun en Turkia subimos a la casa donde pasó sus últimos días la Virgen María. En su interior, y a pesar de todas las personas que había dentro, una monjita se acercó a Darío y sonriéndole le entregó dos medallitas de la Medalla Milagrosa. Nos impresionó tanto que Darío y yo, cada un llevamos una al cuello todavía.Poniendo una velita y haciendo una oración para que la Virgen ciudara de nuestro incipiente embarazo…En Ephesus, ante la biblioteca de la ciudad que en su momento era ciudad puerto pero que ahora el mar está a ocho kilómetrosNo hubo islas pero si Grecia, aquí en Atenas por las ruinas del Partenón en la ciudad antigua. Y comiendo delicioso en la Atenas moderna…Despedimos Grecia ante uno de los maravillosos atardeceres sobre el mar Egeo, los mas impresionantes que he visto…Otro día de alta mar rumbo a nuestro último destino italiano, llegamos a ser los campeones del mundo mundial en Yenka, eramos la atracción de todos. Esto fue en la Piazza del barco, sitio preferido de Caroline y en el cual pasamos más horas de las que quisimos por culpa de lo movido del mar y pasarnos de largo dos puertos…Les había comentado ya que la mitad del tiempo estaba más muerta que viva debido al porotito que crecía dentro de mí? Menos mal que fuimos dos parejas para que Darío saliera con Caro e Iki por el barco mientras yo acampaba cerca del baño…Ultimo destino… Venecia!! una de mis ciudades favoritas En la Plaza San Marcos antes de ir a almorzar a un pequeño restaurancito de cinco mesas donde cada uno nos comimos la mejor pasta y compartimos una mini pizza inigualable, que junto a tres sodas nos costó la friolera de 100 euros, que se dice fácil pero sabe a cacho si realizas que por cada lata de coca cola pagabas cinco dólares na’ más ni na menos… pero bueno, nadie nos quita lo baila’oComo pasamos noche en puerto pudimos aprovechar un paseo nocturno por Venecia, la ciudad más romántica…
Y al día siguiente sí sentimos el ataque de las palomas venecianas, las más boraces. El día anterior no nos había parado ni bola, lo que me extrañó mucho pero es que claro, para la tarde y después de seis cruceros y 18mil turistas estaban llenas. Otro gallo cantó temprano la mañana del último día, ahí si que reclamaban su desayuno sin clemencia…Y ni modo…. se acabó el crucero y las vacaciones… de vuelta a casa….