El Mundial de Fútbol nos trae de cabeza ¡¡Todo el mundo vibra!! Y, como cualquier suceso puede servirnos a los padres para enseñarles cosas a nuestros hijos, pues veamos que podemos sacar. Sí, ya sé, ya sé, esto de la educación-continua es una caca, una no puede descansar nunca, pero que le vamos a hacer…
Nuestros hijos también se contagian y nosotros debemos aprovechar este evento que puede dejar muchas lecciones.
1.- TOLERANCIA. El Mundial es para unir, no para separar. Todos los que estamos viviendo los partidos nos debemos sentir unidos por la pasión de fútbol, que sea una razón para hablar con extraños, para acercarte a más gente, para sentir por el vecino, no para que te agarres de madre con el que lleva otra bandera o apoya otro equipo. Que tú tengas tus preferencias claras no convierte al que difiera en tu enemigo, y es nuestro ejemplo el que enseñará a nuestros hijos.
2.- SE TRABAJA EN EQUIPO. Ninguna selección ganará un partido apoyado sólo en un jugador o buscando protagonismo individual. Ni el delantero anotó sin que se la pasaran bien, ni el portero puede hacer todo si la defensa no ayuda. La victoria no tiene nombre propio y la derrota tampoco. Aquí podemos enseñarles claramente, con ejemplo tangibles, que la unión hace la fuerza.
3.- HAY QUE SABER GANAR. Ganar un partido es una fiesta, y el Mundial ya no digamos, pero no por eso uno debe pisotear a los que se van quedando, hacerles burla o buscar humillarlos. Todos los que están en el Mundial son buenos o no habrían clasificado, aquí nadie es moco de pavo. A veces se gana, a veces se pierde, lo hemos visto con España. Celebrar es bueno ¡buenísimo! pero, ojo, no porque estés celebrando puedes bandalizar lo que encuentres a tu paso, ni cosas, ni personas, ni ánimos. Sobre todo enseñemos a nuestros hijos a celebrar por sus victorias no por las derrotas ajenas.
4.- SABER PERDER. Se pierde con dignidad, sin buscar culpables o a quién echarle el muerto. Las derrotas, aquí y en cualquier momento de la vida, son momento para hacer introspección, evaluación y aprender de los errores, si se asimila la lección ¡Se puede ganar aun perdiendo! Perder puede ser en fin de Mundial pero no del mundo, en cuatro años habrá otra oportunidad porque, siempre, mañana es un nuevo día con nuevas ocasiones de ganar.
5.- FIDELIDAD SIN CONDICIONES. Puede llegar el momento de ver a tu equipo perder, por un chiripazo o porque jugaron para los tigres ese día. No por eso vas a caerles como perro rabioso, uno apoya a su gente en las buenas y en las malas. Ellos mismos son los que menos quieren perder, dan lo mejor de sí y no debemos enseñar a dar la espalda y el desprecio ante la derrota, que nuestros hijos aprendan por ahí de la fidelidad, que ya verán por la vida como los verdaderos amigos se forjan al calor del fuego alto.
6.- CERO EXTREMISMOS. Uno puede tener una selección favorita y otras que también quiere apoyar. Se puede tener varios favoritos específicos, o por región, y hasta por partido. Que esto es para divertirse y celebrar y ¡muchas celebraciones está bien! Nada de andar con el dedo acusador de traidor por eso, que lo vean como los amigos, unos puede tener el mejor amigo y, además, otros amigos más.
EN LA PRACTICA…
En mi casa y con mis hijas la cosa funciona más o menos así. Nosotros vamos por Alemania, vamos encamisados por los partidos y las celebraciones mundialisticas, llevamos nuestra bandera en el carro y colgando de la ventana de la casa y nos encanta hablar de fútbol con otras personas así sean absolutos desconocidos.
Al principio Mar se sentía cuestionada por ir por Alemania siendo casi que la única por donde iba, después del 4-0 del primer partido ya le han salido más compañeros. Yo siempre le dije que estuviera orgullosa de ir por Alemania -porque esa es su nacionalidad- aunque fuera la única y que igual esté contenta por los que apoyan a otros países, que cada al que quiera y sin rollos.
Conversamos sobre la participación del equipo, no sobre fulanito o menganito (excluyendo el caso de Ochoa que es muy memorable). En resumen – como mis conocimientos son muy limitados porque yo sólo me vuelvo futbolera para el Mundial- o todos lo hicieron bien o todos se la cagaron.
Cuando Alemania ganó el 4 -0 con Portugal estuvimos de fiesta. Con Ghana la sudamos, con Estados Unidos es una incógnita. Brincamos, reímos y estuvimos súper orgullosos, pero eso no quita que sentimos mucho lo que le pasó a España y a Mar le digo que mañana nos puede tocar a nosotros. Que no se burle nunca de nadie. Esta muy bien celebrar los triunfos sin dejar de ser empáticos y sobre todo, sin recochineos.
Sí perdemos, pues ni modo, vendrá otro Mundial en 4 años y ojalá nos vaya mejor. No por eso dejaremos de usar nuestra camiseta alemana y no por eso bajaremos nuestros banderines de Alemania ¡fieles hasta el último partido! Claro que por mientras también celebraremos otros triunfos. Mar dice que Alemania, Estados Unidos (y ahí me toca se tolerante porque por mí, cualquiera antes que ellos) y México (porque su amiga va por ellos). A mí España se me quedó en el camino y después de ellos no la tengo muy clara a quien más ir…
En fin, que el Mundial de Fútbol es para divertirse y sobre todo ¡¡¡VIVIRLO!!
¡Y viene el gol!, ¡y viene el gol!….