Es sofocante sentirte que pasas por la vida, un año tras otro, sin pasión por lo que haces, entonces te das cuenta que te estás preguntando constantemente: ¿Quién soy y para qué estoy aquí?
Estas preguntas no siempre son fáciles de responder, por eso es importante tener espacios de introspección que te permitan obtener respuestas claras.
Cada uno tiene un propósito, y despejarlo y alinearte con él es el mejor regalo que te puedes hacer.
¿Estás ocupada pero no te sientes avanzando realmente hacia un propósito tuyo con el que te identifiques y por el cuál vibres?
Hubo un momento de mi vida en el que yo me sentí así, en el borde, parada de frente en la encrucijada, tenía dos opciones:
- Seguir por un camino conocido, que sabía que podría, no me iba a encontrar con mayores subidas o bajadas, de cierta manera un camino “seguro”.
- Hacer lo que tuviera que hacer, pero apostando a sentirme vibrar en mi vida, aunque eso incluyera tropezarme y sí, sentir miedo.
Aunque con la primera opción me iba a dar menos golpes, estaba dispuesta a tropezarme y caer mil veces, siempre decidida a levantarme de nuevo.
Quería sentirme fluir con la vida y no pasando por ella. Tener claridad en tu norte y propósito le da a tu vida un signo sin igual.
Estos son los beneficios de tener claridad en tu norte y tu propósito:
- Rompes con patrones de duda e incertidumbre, dándote la claridad que necesitas para desarrollar tus planes con enfoque y tomar acciones contundentes que te llevarán a vivir la vida que realmente quieres para ti.
- Tener un propósito claro se refleja en tus relaciones, en las decisiones que tomas, en el enfoque que le das a tu vida, en tu crecimiento personal y profesional, en tus proyectos.
Dejas de sentirte a la deriva, probando un poco de todo, pero no sintiéndote feliz en nada.
Las personas que consiguen tener un mejor desempeño que otras, es porque las primeras tienen claridad en lo que quieren y saben lo que tienen que hacer para conseguirlo.
Si tienes claridad en lo que quieres lograr, cuál será el camino y con quién, entonces será mucho más sencillo tomar decisiones.
El proceso de encontrar tu propósito es experimental, es menos pensadera y más acción. Por supuesto, aquí surge otra pregunta ¿Qué acciones debo tomar?
Acción por acción tampoco es la solución, es volver a la carrera, a correr sin una meta clara.
Debes encontrar el punto medio y tomar acciones sobre las bases pensadas a conciencia, y para eso debes conocerte a ti mismo.
Tener claridad y estar alineada con tu norte y tu propósito te permite tomar las decisiones correctas en tu negocio, carrera, relaciones y cualquier otra área de tu vida, es finalmente sentirte con dirección y apasionada con tu vida.
Ese proyecto y esos cambios que son importantes para ti merecen que les des atención.
Pasos para tener claridad en tu norte y propósito:
Está comprobado que el problema No.1 por el cuál las personas no avanzan es por falta de claridad en su siguiente paso.
Cuando no eres capaz de ver tu siguiente paso, tu mente entra en caso y comienzas a angustiarte, por eso te comparto estas claves que te ayudarán en el proceso:
- Empieza a escucharte y proyectarte para saber elegir.
- Deja de luchar por averiguar y apegarte a un cómo, vuelve a las verdaderas preguntas: ¿Qué quiero para mi?, ¿Cuál es mi visión?
- Crea un plan con pasos concretos y preguntas cerradas que te lleven a tomar acción y saber qué hacer. Empieza por pasos pequeños que te ayuden a dar un paso a la vez y puedas ver que es posible.
- Mira objetivamente tus posibilidades y recursos para entrar en acción.
- Deja de contestarte “no sé” y muevete constantemente al modelo creador.
Una mente en caos y con miedo es una mente que no tiene claridad en un plan.
Y a todo esto, yo te ayudo con una sesión única de coaching láser y súper enfocada para que puedas crear un plan y definir ese primer paso de acción que hará que comience a moverse todo tu plan.
Recuerda,
¡Tu momento es ahora!